El contexto, como hemos dicho anteriormente, pertenece a lo que podríamos denominar pertenencia infinita, porque es ilimitado, también difícilmente identificable e indefinible, (es imposible conocer sus límites).
Cuando nosotros decimos la palabra «AMOR», según el contexto en que nos encontremos, v.g. en un contexto personal: madre e hija, amigo-amiga, esposos, amigo-amigo, amiga-amiga, actuando interactivamente con otros contextos, como, por ejemplo, en una situación romántica, o en lugar: la cama, o en un tiempo, o un timbre, un tono, etc. puede tener múltiples significados diferentes.
El contexto, tiene entre sus infinitas características, la particularidad de variar con la historia de cada persona.
Esto también sucede, por supuesto, con palabras concretas, como por ejemplo silla, tienen un concepto diferente en diferentes personas, situaciones, lugares, tiempos, etc…
Una frase con una forma (las palabras), un orden (el orden de diestra o de siniestra) y una estructura (el binomio tema-comentario, comentario-tema etc), en diferentes contextos tiene distintos significados.
Se puede imaginar un prisma de base un triángulo equilátero, que en cada uno de sus vértices respectivos esta lo formal, ordinal, estructural, y en su altura los infinitos contextos que puede poseer este triángulo formando el prisma lingüístico. Esto se puede transformar en una estructura algebraica de una variable independiente y de infinitas variables dependientes.
Los contextos pueden ser infinitos: PERSONAL, TEMPORAL, SITUACIONAL, (lugar, el tiempo, la historia, la relación personal, las vivencias, los recuerdos, etc.)
Nunca habrá dos contextos iguales, porque puede haber cambiado el tiempo, las personas, el lugar, las circunstancias, el entorno, las vivencias, el tono, el timbre, etc. Incluso el aspecto más trivial puede cambiar el significado de una frase.
«La sentencia de Heráclito» Nadie se puede bañar en el mismo río » tiene aquí una aplicación real.
Es por ello que el contexto sea la valencia que hace que las demás valencias adopten una posición en la jerarquía de comentarios o que incluso usurpen el lugar del tema, en un momento determinado.
A pesar de todo, como es necesaria la comunicación, debemos establecer un puente universal, que pueda permitir comunicarse, aun siendo conscientes de las limitaciones que nos impone la imposibilidad de definir los múltiples contextos que interactúan en una frase. Este puente universal pudiera ser la plasmación de un lenguaje de acuerdo a las normas de la gramática universal